En este post vamos hablar sobre la feria de abril de sevilla y cómo podemos trabajarla en el aula con nuestro alumnado. Cuando llega la primavera a finales de abril llega el buen tiempo y todos los sevillanos saben que llega la feria. El origen de la feria de abril nace gracias a los concejales, José María, Ybarra y Narciso Bonaplata. Estos concejales propusieron una feria en abril y otra en septiembre con el objetivo de vender y comprar ganado, es decir, tenía un carácter mercantil. Con el paso de los años, se convirtió en uno de los festejos más relevantes de la ciudad y cambió de ser un mercado a una fiesta social para el disfrute de la gente.
Esta fiesta se ha convertido en la tradición de los pueblos del sur de España, la cual se celebra todos los años. Debido a su repercusión esta fiesta se lleva a las aulas de infantil, puesto que suponen un buen momento para promover la cultura y la diversión de los más pequeños.
A continuación os mostramos ejemplos de las posibles actividades que se pueden llevar a cabo en el aula:
En primer lugar, se pueden hacer diferentes talleres, como el taller de música y baile en el que los niños y niñas bailaran sevillanas, ya que es el baile típico de esta celebración. Se pueden invitar a profesionales que ayuden a los niños.
Y ya que en la feria suele haber casetas donde se come y se baila sevillanas, podemos decorar la puerta del aula como si fuera una caseta, haciendo un concurso para ver cual es la caseta con mayor decoración de toda infantil. La “caseta” ganadora tendrá que invitar al resto de alumnos y alumnas del centro a ver su caseta y a bailar sevillanas.
Estas son algunas imágenes con actividades y manualidades que se pueden realizar:
La feria se caracteriza por el uso de instrumentos como guitarra, maracas, castañuelas y el cajón. Los niños pueden experimentar con ellos y crear sus propias canciones. Por otro lado, a través de estos se pueden hacer juegos de reconocimiento donde con los ojos cerrados se tocará uno de los instrumentos y adivinaran cuál es el que suena.
También, se pueden realizar con material reciclado estos instrumentos típicos de la feria para luego realizar juegos en el que tengan que seguir los ritmos de las sevillanas.
Se pueden hacer abanicos de papel y diseñar su propio mantoncillo de papel que sirva para realizar bailes de sevillana en el aula. Con esto se estimulará la coordinación óculo-manual y el control corporal de los niños, pues moverán el mantoncillo o el abanico siguiendo el ritmo de la música. Además, se fomenta la creatividad pues los niños generan sus propios movimientos y la suavidad y ligereza del mantoncillo ayuda a crear movimientos nuevos.
Otra actividades que se puede realizar es un concurso de canciones típicas de la feria. Se puede crear en el centro una mini feria con un escenario, en el cual el alumnado cantará diferentes canciones que hayan practicado semanas anteriores a la feria. Cada clase se puede convertir en un coro y competir por ser el que mejor se sabe las canciones. Esto es una forma de sacar a relucir el talento de los discentes y de enseñarles el compromiso con la música.
En definitiva, es importante en infantil aprovechar cualquier momento musical para fomentar el aprendizaje y desarrollo significativo del alumnado. Como ya sabemos la música posee grandes beneficios para un crecimiento íntegro de los niños. A través de estas actividades musicales que reflejan la esencia de la feria involucramos el movimiento, el canto y el ritmo. De esta manera, los niños aprenden de su propia cultura y de la música a la misma vez que están divirtiéndose.
Patricia Bermúdez Germán
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